Había una vez un Río llamado Paraguay, sus aguas corrían por grandes ciudades, tenía algunos remolinos y en las orillas se veían algunas pequeñas olas, la vista era tan bella, a lo lejos se veían los botes anclados, del otro lado un hermoso bosque verdoso. Dentro de él vivían muchas especies de peces, de muchísimos colores y formas, algunos con ojos saltones y otros multicolores, muy grandes y también muy pequeñitos, en una de esas comunidades vivían dos peces muy especiales, eran Rosi y Toto, a ellos le gustaba muchísimo explorar, buscar tesoros y encontrar lugares nuevos.
Pero un día, mientras nadaban escucharon unos fuertes ruidos, con susto y miedo rápidamente se escondieron detrás de unas rocas gigantes, todos temblorosos veían como caían cosas que no sabían exactamente que eran, Toto pregunto ¿que son esas cosa que caen? Rosi dijo que una vez escucho escuchó decir a sus padres que hay veces que los humanos tiran basuras al rio, Toto dijo asombrado ¡Esas cosas son basuras! Debemos avisar a la comunidad, se dijeron.
Rápidamente se fueron y le contaron a sus padres que llamaron a una reunión urgente, fueron hasta el lugar y se asustaron al ver tanta basura, plásticos, vidrios, madera y escombros, eran solo algunas de las cosas tiradas.
Empezaron a hablar para ver si podían hacer algo.
El pez piraña dijo ¡no podemos juntar las basuras porque podemos quedar atrapados, ¿entonces que podemos hacer? dijo el pez espada, pensaron en todo, pero de nada sirvió, entonces lo único que podemos hacer es esperar a ver qué pasa se dijeron, puede que haya humanos que nos ayuden, no perdamos las esperanzas dijo un pececito desde el fondo, volvieron tristes a sus hogares, cada vez se contaminaba más y los peces morían poco a poco siendo arrastrados a la orilla.
Poco después una escuela hizo una excursión al rio, cuando llegaron lo encontraron super contaminado, se pusieron super tristes porque eran tan bello, pero lleno de basuras, a uno de ellos se le ocurrió una idea para poder ayudar, se lo compartió a los demás, junto con la maestra se pusieron de acuerdo, pero primero hay que pedir permiso a la institución para que nos den permiso dijo la maestra, que pronto le contó a la directora todo lo sucedido y ella dio la autorización.
Así empezaron haciendo carteles y boletines, hicieron videos para el Facebook y también alzaron en Twitter y YouTube, así sus voces se hicieron escuchar, los canales de la tele hicieron notas y difundieron la idea de los niños y las niñas, enseguida llego las quejas al Ministerio del Medio Ambiente que apoyó la organización de grupos de trabajo en la escuela y juntos comenzaron a limpiar, mucha gente se sumó, así poco a poco el rio volvió a ser limpio, con su hermosa vista, Rosi, Toto y los demás peces salieron a la superficie saltando alto dando las gracias para luego volver a lo profundo del rio. Fin.
Etiquetas:
Debes de iniciar sesión para escribir un comentario.
Cargando Comentarios...