El problema de un uso tan natural e incorporado de las tecnologías en su vida cotidiana, es que rara vez reflexionan sobre su uso. Por un lado, se sienten expertos en estos temas, perciben que –con frecuencia- son los que más saben de tecnologías en su casa, mucho más que sus padres. Y en esta percepción sienten que nada riesgoso puede sucederles. “A mí no me va a pasar nada… Quizás a mi mamá o a mi papá que no saben mucho, pero a mí, no…” –esta frase tan escuchada entre los adolescentes, los hace asumir situaciones de riesgo de las que no tienen conciencia. Los adolescentes suelen sentir una especie de inmunidad debido a su sensación de expertos tecnológicos.
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Las personas que hoy tienen menos de 18 años de edad, nacieron en un mundo tecnológico muy diversificado, un mundo visual poblado de pantallas, donde es natural combinar diferentes dispositivos y utilizarlos en simultáneo. Navegan en la web para buscar información, escuchar música, hacer la tarea escolar, ver una película o serie, comunicarse a través de las redes sociales con sus amigos, etc.
Sumado a ello, los jóvenes no suelen medir el alcance de la web. Algunos piensan que solo sus amigos y conocidos ven lo que suben a su perfil. Ante cualquier advertencia, suelen preguntar, “¿por qué alguien que no me conoce, va a leer lo que escribo?” No se dan cuenta de que, como en la vida real, gente desconocida también puede acceder a su información y utilizar negativamente lo que encuentran. En síntesis, ya sea por sentirse expertos o por no medir el alcance de la web, pueden caer en situaciones de riesgo.
A razón de ello, es esencial que los y las adultos, padres, madres, tutores, docentes, estén al tanto de los usos que hacen los jóvenes de las tecnologías y dialoguen sobre los usos no seguros de Internet y, en especial, de la manera en que pueden evitarlos.
¿Cuáles son esos temas que las personas adultas deberían dialogar con los adolescentes? Veamos, a continuación, algunos de ellos.
No hay nada privado. Todo lo que subimos a la web es de dominio público y puede ser visto tanto por amigos y amigas, como por gente totalmente desconocida. Cualquier usuario/a de Internet puede ver y utilizar las imágenes o textos que ellos suben. No es conveniente poner en la web información personal o fotos privadas que puedan reflejar mucho de sí mismos o de sus familias.
Difícil de borrar. Lo que las personas suben a la web es muy difícil de borrar, puede quedar allí para siempre. De hecho, en muchos casos, las empresas miran el perfil de quien se postula para un trabajo, antes de contratarlo. Pueden descubrir textos o imágenes que la persona –ya adulta- subió muchos años atrás, cuando era adolescente. Esta durabilidad en el tiempo, es un motivo esencial para hablar con los más jóvenes sobre lo que publican.
Derecho a la intimidad. Todas las personas tienen derecho a la intimidad tanto en la vida real como en la virtual. La esfera privada, igual que la de la vida diaria, debe ser respetada. Con frecuencia los y las adolescentes suben a su perfil información o imágenes de sus amigos, sin haber consultado con ellos. Es importante explicarles que no se puede publicar en la web, datos o fotos de otra persona sin su autorización.
Cyberbullying o Ciberacoso a través de Internet. Burlar, calumniar, hacerse pasar por otro, divulgar información confidencial o falsa, enviar spam o virus, inventar perfiles, son formas de acosar a una persona a través de Internet. Cualquier agresión (“bullying”) por Internet es ilegal. Es conveniente explicar a los adolescentes que las burlas en la web son formas de violencia que generan los mismos efectos que las de la vida real.
No todo es verdad. Internet es una gran biblioteca con un caudal de información ilimitado y los estudiantes suelen recurrir a ella para realizar la tarea escolar. Sin embargo, no siempre las informaciones son verdaderas, gozan de credibilidad, o las fuentes tienen autoridad en el tema. Es importante explicar a los adolescentes que lo que encuentran en Internet puede no provenir de fuentes confiables. Es necesario que aprendan a chequear la información.
No contactarse con personas desconocidas. A veces, sin pensarlo, los y las adolescentes aceptan en su perfil a gente que no conocen. En algunos casos, pueden llegar a encontrarse con ellos en persona. Sin embargo, en Internet -como en la vida real- puede haber adultos mal intencionados que, asumen otra identidad con el fin de buscar contactos con adolescentes. En virtud de ello, se recomienda a los más jóvenes, no comunicarse con desconocidos y que, en ningún caso, se encuentren personalmente y solos con gente que hayan conocido en la web.
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