Nociones básicas sobre enseñanza y debilidad visual

Para algunas familias las escuelas especializadas son la mejor opción, pero carecen del elemento social que proveen las escuelas de población general.
Por: Sofía García-Bullé
03/12/2020
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El ejercicio de la ciencia y la educación son vehículos fundamentales para la producción y transmisión de conocimiento, pero ambos rubros tienen un sesgo importante que coarta su potencial y alcance. Ninguna considera en su diseño la integración de personas con capacidades diferentes.

Wanda Díaz-Merced, reconocida astrónoma y conferencista internacional, revela un dato sorprendente, que habla mucho sobre lo lejos que estamos de una producción y transmisión de conocimiento con perspectiva de accesibilidad. “Solo existen 4 astrónomos con debilidad visual en el mundo” explicó para la revista Nature la también creadora de la sonificacion, método que convierte conjuntos grandes de datos a sonido audible. 

Este recurso representa un importante esfuerzo para abrir el ejercicio de la astronomía a personas con debilidad visual, y sin duda es un testamento a la resiliencia de Díaz-Merced, quien a pesar de vivir con debilidad visual ha continuado su carrera científica. Pero, ¿por qué habría de ser la norma que los científicos o académicos reconocidos que tienen alguna discapacidad sean tan pocos que se puedan contar con una mano? ¿Qué esfuerzos de este tipo podemos encontrar en la esfera educativa para evitar esta clara exclusión de la academia? 

Cuando un estudiante tiene capacidades diferentes, una situación fundamental a resolver es, ¿cómo recibirá su formación educativa?, si se le educará en casa, asistirá a clases especiales, a una institución especializada o quizás integrarse a una escuela de población general.


“Muchas conductas sociales que la gente con vista sana toma por sentado no son aprendidas, en vez de esto aprenden manierismos propios sólo de la gente ciega”.


Un preconcepción equivocada con respecto a los estudiantes con capacidades físicas diferentes o neurodivergencias es asumir que todos tienen necesidades especiales que deben atenderse fuera de los recintos educativos de población general. No hay un enfoque único que abarque al alumnado con habilidades diferentes. Aún dentro del grupo de personas con debilidad visual hay gradientes.

Desde aquellos que sólo necesitan lentes, a aquellos que requieren asistencias de navegación pero que aún pueden ver formas, hasta aquellos que tienen ceguera completa, los estudiantes con debilidad visual no tienen siempre la misma experiencia educativa. Por ejemplo, nadie cuestionaría la permanencia en una escuela pública de un alumno que solo necesita lentes. 

Pero si el estudiante no puede moverse dentro de la escuela sin auxilios visuales como un bastón o un lazarillo, o si no puede ver el pizarrón ni leer los mismos libros que sus compañeros, comienza el debate de si este estudiante puede estar en una escuela de población general. 

Alrededor del mundo existen miles de escuelas especializadas para educandos con debilidades visuales, pero en una era de modernidad que apunta hacia una educación más inclusiva, surge la pregunta de si realmente separar a la población con debilidad visual es lo mejor en términos de educación integral no solo para estos niños y jóvenes, sino para la sociedad, que no está sensibilizada sobre la integración y trato hacia las personas con capacidades visuales diferentes.

Una desventaja social

El sistema educativo actual presenta la discapacidad visual como una falta de capacidad en vez de una capacidad diferente. Debido a esto, no se toma en cuenta ni en los programas, ni en la capacitación docente, ni en los espacios físicos de los recintos educativos.


“Solo existen 4 astrónomos con debilidad visual en el mundo”.


Existen guías realizadas por gobiernos y por algunas ONG, con el objetivo de apoyar a maestros para integrar alumnos con debilidad visual a sus clases, pero este tipo de integración no se encuentra dentro de la estructura del sistema educativo, los maestros usualmente lo buscan por su cuenta, cuando tienen el interés. Por este motivo, muchas familias con niños que tienen debilidad visual, consideran las escuelas especializadas como una buena opción para sus hijos, pero a pesar de contar con instalaciones y personal altamente capacitado para educar personas con debilidad visual, el elemento social presente en una población diversa no existe en estas instituciones. 

“Muchas conductas sociales que la gente con vista sana toma por sentado no son aprendidas, en vez de esto aprenden manierismos propios sólo de la gente ciega”, señala Alex Man, consultor de accesibilidad digital y padre de un niño con debilidad visual, sobre la principal desventaja de una escuela especializada. El también especialista en tecnología asistiva explicó cómo su propia experiencia educativa en una escuela especializada motivó su decisión de no inscribir a su hijo en una escuela de este tipo.

Los aspectos de socialización y enculturación necesarios para que las personas con debilidad visual se desarrollen en un mundo en el que la mayoría de la gente puede ver, no se experimentan en una escuela especializada. La retroalimentación social que ayuda a moldear la conducta de los niños es necesaria tanto para los que pueden ver, como para los que no. Entonces, ¿qué necesitan tener en cuenta las escuelas para asegurar la integración de alumnos con debilidad visual?

Hacia escuelas con accesibilidad visual

El sistema educativo actual no necesita un cambio estructural para ofrecer accesibilidad al estudiantado con debilidad visual. Quizás para empezar solo sea necesario un uso más estratégico y constante de los recursos que ya existen.

Los manuales de accesibilidad para apoyar a los maestros en la integración de alumnos con debilidad visual podrían ser parte de su capacitación. También sería de gran ayuda entender que la educación de un estudiante con capacidades visuales diferentes no puede ser realizada únicamente por el maestro. La adición al personal educativo de tutores capacitados en braille y de coaches de movilidad para instruir a los alumnos en la correcta navegación de los espacios eliminarían las dificultades extra que enfrenta los estudiantes con debilidad visual.

Contenidos como audiolibros y material impreso en braille también serían instrumentales para cerrar la brecha que complica la experiencia educativa en una escuela de población general. Asegurar caminos a los contenidos educativos y a la información es crucial para la integración de alumnos con capacidades diversas, y para liberar el potencial de conocimiento y contribuciones que pueden aportar al resto del mundo.


“El acceso a la información nos da el poder de prosperar, nos da oportunidades iguales para mostrar nuestros talentos”.


Wanda Díaz-Merced, es contundente en su explicación sobre porqué las oportunidades educativas para las personas con capacidades diferentes son tan importantes. Agregando que las instancias de educación accesible ayudan a gente como ella a decidir lo que quieren hacer en su vida con base en sus intereses en vez de barreras potenciales.

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Fragmento del artículo original "Nociones básicas sobre enseñanza y debilidad visual , por Sofía García-Bullé para el Observatorio de Innovación Educativa del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, bajo licencia CC BY-NC 4.0.

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